Si has perdido uno o más dientes, los implantes dentales son una excelente opción de tratamiento.
La pérdida de piezas dentales puede ocurrir por diversas razones:
1. Ausencia congénita
No es inusual que exista ausencia congénita de una o varias piezas dentales. Por lo general, el diente primario (de los bebés) está presente, pero no existe el sucesor (diente permanente) para reemplazarlo. Con frecuencia, esto será aparente cuando se cambia o se cae el diente primario (por lo general durante la adolescencia). Sin embargo, el diente primario permanecerá en su lugar y funcionará hasta que falle debido a la falta de soporte por la raíz u otra enfermedad dental. En este momento será necesario extraerlo.
Antes de colocar un implante dental en el sitio de un diente con ausencia congénita, es importante verificar que no esté presente un germen dentario (estructura semejante a un quiste) en el maxilar, en esa área. Los dientes ausentes con mayor frecuencia son los incisivos laterales y los pre molares del maxilar superior.
2. Traumatismo
Los traumatismos pueden causar pérdida dental de diversas maneras. Un traumatismo puede “tirar” los dientes, como cuando un niño cae de la bicicleta. No obstante, es común que el traumatismo afecte a los dientes de maneras que no se manifiestan sino hasta meses o años más tarde. Las fracturas de la raíz pueden no ser evidentes hasta cierto tiempo después, cuando se desarrolla una infección. En ocasiones, luego del traumatismo, los dientes pueden tratarse y aparentar estar bien, hasta muchos años después, cuando la resorción de la raíz se vuelve evidente. Esto ocurre cuando el cuerpo reacciona contra sí mismo y causa que las células desgasten la superficie de la raíz, lo que a menudo permite que el hueso invada el defecto que se ha creado. El diente es reemplazado por hueso y es un sitio ideal para colocar un implante dental
Los traumatismos de naturaleza más severa pueden afectar también la dentición. Pueden ocurrir defectos significativos de los maxilares, además de los de los dientes. como en el caso de un accidente automovilístico, accidente laboral, extirpación de un tumor donde los implantes dentales también son útiles en la reconstrucción de los tejidos perdidos.
3. Enfermedad periodontal
El motivo más común de la pérdida de piezas dentales es la enfermedad de las encías, enfermedad periodontal o (periodontitis). En esencia, ésta es una infección localizada en las encías y las estructuras de soporte de los dientes que causa la pérdida ósea. Dicha infección puede avanzar hasta el grado que los dientes se caigan por sí solos, se considere que su reparación ya no es posible, o bien, que están demasiado comprometidos para ser útiles y deban ser extraídos.
4. Caries
La caries dental puede avanzar también a tal grado que no sea posible reparar su funcionalidad. La caries también puede provocar infección significativa alrededor de los extremos de la(s) raíz (raíces) lo que hace necesaria la extracción dental para evitar complicaciones infecciosas posteriores.
5. Bruxismo
Por último, los dientes pueden resquebrajarse o fracturarse de tal manera que no puedan conservarse y sea necesario extraerlos. Esto puede suceder como resultado de hábitos de apretar y rechinar los dientes (bruxismo), o debido a motivos mecánicos relacionados con la falta de soporte suficiente de los otros dientes que causa presión extrema en los dientes que aún tienen funcionalidad.